martes, 10 de junio de 2008

CISNEROS

CISNEROS

Vaya pájaro, el cardenal ese, el de los cañones. Vaya época, en que los frailes en vez de rezar peleaban, y los guerreros en vez de pelear rezaban para no ir a la batalla. O sea, el mundo al revés.

El fraile era de una orden religiosa, de los que debían estar en los conventos para comer la sopa boba y rezar por los demás. Pero éste no se conformó con tan poca cosa y empezó a medrar. Primero se hizo asesor religioso, luego confesor de ricas señoras, llegó a capellán en la Corte, a confesor del Rey y, por último, a regente..

Y estuvo al corriente de los pecadillos sexuales de su Amada Majestad (cuatro veces matrimoniada), de sus planes para invadir Francia, hacer la guerra a Inglaterra, de los expolios a los judíos, de cosillas que eran secreto de estado y que daban muy buenos frutos. Total que, manejando hilos, el fraile llegó a acumular tal poder que se hizo temer por los vasallos, por sus colegas, por los cortesanos, por la propia familia real, por todo el mundo.

Un día unos cuantos nobles, asombrados por la ascensión del fraile, se personaron ante el susodicho para preguntarle que cuáles eran sus poderes, que en virtud de qué demonios se hacía el amo cuando eran ellos los llamados a dirigir el cotarro. Y el fraile, con sonrisa de oreja a oreja, les hizo asomarse por la ventana, les enseñó unos cañones que había en el patio y suavemente les dijo: estos son mis poderes, a cuya respuesta los nobles, acojonadillos, se dieron media vuelta y regresaron a sus tierras sin decir ni mu.

Y así el susodicho pasó a la historia como un modelo de caballero español, valiente como el que más, temible y temido por todos. Claro que solamente él sabía que los cañoncitos no servían para nada, pues unos estaban allí para ser reparados y otros para chatarra, pero le resultaron muy útiles.
Qué historia más tonta. Pero en aquella época estaban de moda los frailes guerreros, en España, en Francia, en Inglaterra, en todas partes. Y es que no hay como ascender en el escalafón. Ya no me da tiempo, que si no empezaba de monaguillo. Facultad de Medicina. Diario de Burgos. 10.6.08

12 comentarios:

Teresa dijo...

¡Qué buena esta historieta!

Sigo pensando en el cañón de Gila que funcionaba con impulso pedáneo (es de decir de pies) y este Fraile parece que fue un visionario aparte de un tío inteligente y con un par... de orejas para escuchar en secreto de confesión.

Yo también, si vuelvo a nacer quiero ser cura de la Inquisición (claro que no quemaría los libros, los guardaría bajo siete llaves en mi palacete privado y luego escribiría El nombre de la rosa)

Y no digo más nada Jorge Jesús de todos los Miguel Ángelos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Es que hay gente que sabe estar en misa y repicando, querido Manzacosas.

Unknown dijo...

Nunca es tarde... ánimate manzamonaguillo el más pillo.
La iglesia no es ni mucho menos la que fue en la edad media que ciertamente se repartía la tajada con los nobles.
En nuestra época figuras como La madre Teresa de Calculta, y otras órdenes que calladamente prestan sus servicios a los más pobres y desamparados hacen que muchos de ellos merezcan mi más humilde reconocimiento. Saluditos manzanín.

manzacosas dijo...

Hola, BIPO. desde luego tienes un concepto de los frailes mejor que el mío, que es bastante negativo como te puedes imaginar vista la historia y el desarrollo de eso que llamamos iglesia y que no ha sido, y no es, sino una máquina de poder.

Y MAFI, aparte de decirte lo mismo, el que existan organizaciones y personas como la madre de Calcuta no quita para nada lo que es el meollo de la cuestión. Admiramos a los santos, a los sabios, y yo quiero mucho a los curas de a pie, alguno buen amigo mío, pero me temo que la maquinaria del poder se sustenta en ellos para seguir con el poder.

Y PEDRO, pues claro, ese es el tema, repicar y a la vez estar en misa, en misa en silencio, repicando con todo el ruido que se pueda meter.

Un saludo

Ayla dijo...

Qué tío más listo Cisneros, yo como monaguillo no me veo,creo que para ascender es mejor ser confesor, pero hasta que no nos dejen ejercer como tal a las féminas seguiré con lo mio.

Anónimo dijo...

Hoy en día los cañones son las ondas herzianas

Teresa dijo...

Manza, reconocerás que había hombres (ya que no podemos hablar de frailas) que coincidían en lo del hábito y la mens pensadora y claro, lo uno con lo otro era un cóctel perfecto para la intriga y el atesoramiento de lo ajeno.. y eso no se les puede negar.

Lo cual no quita, querido amigo, para que pongas en mi boca (en este caso mi perfil) afinidades que no son tales.

Merche Pallarés dijo...

Yo solo se que en los países dónde ha "reinado" la iglesia católica siempre han sido los mas atrasados, paupérrimos y analfabetos mientras las iglesias rebosaban y brillaban con sus oropeles de oro. Besotes, M.

PILAR dijo...

Éste tenía cañones,
otros tienen cojones (perdón)
otros mucha jeta
otros menos vergüenza
y mientras tanto, hoy en día, el más tonto relojero...
Que me lo digan a mí, mecagüen.
No sé con esto de la igualdad de la Bibiana, que la verdad no puedo evitar acordarme de la otra...A lo que iba, que podría hacerme monaguilla? claro que ya no doy la edad. Y cardenala? a lo mejora si.
Pues nada, Monzocosos, una besa.

manzacosas dijo...

Hola. Pues nada. Muchas gracias, PILARO. Una besa. El Manzo.

Fuentecillas dijo...

Hola chiquillo, que te tengo abandonado, la verdad es que el tío tiene cara de mala leche, oír misa de este , tenia que acojo...bastante.
Corta la inspiración de cualquier tipo. Tiene cara de ser mal tío y un poco cantamañanas.Y como así parece que fue, efectivamente.
Bueno tu incondicional( que llevo días sin línea de teléfono e Internet, que hubo un golpetazo que te lo flipas y se llevo toda la instalación del barrio Fuentecillas( que nos pasa cada cosa, que madre mía .....))

manzacosas dijo...

Hola, mi amiga de Fuentecillas. Ya sé que me sigues y gracias te doy. No creo que el amigo Cisneros se molestase en decir misa; a lo mojó para sus majestades, pero de ahí no pasaría.

Eso de los cortes no creas que es solo de vuestro barrio. De verdad. Un saludo con afecto. El Manza