lunes, 29 de octubre de 2007

EL BOMBERO LABORIOSO

EL BOMBERO LABORIOSO

Resulta que en Burgos tenemos bomberos. Han hecho un calendario, siguen al alcalde para que no se pierda por esos mundos de dios, y están en la bombería dispuestos a salir si hace falta.

Pero últimamente alguien la ha tomado con los bomberos, y así leo en la fuente de información que es este papelón, y fechado el 13 de mayo, que se reprocha a los bomberos que trabajen solamente 62 días al año. Y van los bomberos y se defienden diciendo que esos 62 días al año equivalen más o menos a las 1.500 horas que trabajan (es un decir) los demás empleados municipales. Las cuentas sí que salen, porque si multiplicamos 62 por 24 nos da la cifra de 1.488 horas. Ahora bien, presentado el tema como que se trabajan 62 días, pues como que parece una frescura, y presentado el tema como que se trabajan 1.500 horas al año, pues como que parece una enormidad. O sea, que unos pueden aparecer como vagos y otros como esforzados currantes. Qué cosas.

Y el ciudadano como yo, imberbe, inexperto, inculto, y cuya labor en esta vida, como la todo buen ciudadano, es pagar impuestitos y olvidarse de pensar, que para eso están los expertos, no sabe quién pueda tener razón. Porque, claro, 1.500 horas al año en una actividad calmada (también calmosa), normalmente sedentaria, expectante, siempre pensante (el pensar es muy agotador, y si no que me lo digan a mí), pues como que puede estresar al personal, aparte de los riesgos que se corren. Y otra actividad de 62 días (los días pasan enseguida, y si no que se lo digan a los jubilados), simplemente esperando a que haya un fuego que luego no se produce, pues como que puede ser motivo de frustración, más cuando no se dispone de medios fiables de comunicación en las posibles emergencias, ni de las escaleritas que debieran estar a la orden del día, y encima sin ningún riesgo, pues al no haber más fuegos que los artificiales de San Pedro, a ver dónde demonios está el riesgo (salvo que se considere riesgo el seguir al alcalde en sus correrías).

Tendré que pensar cuál de ambas clases de protagonistas tiene la razón, siempre teniendo en cuenta que trabajan (o están) gracias a los esforzados ciudadanos contribuyentes, entre los que me cuento porque no me queda otro remedio, que si no verdes las iban a segar. Creo que daré la solución otro día, pues hoy no quiero pensar: el pensar es agotador, cansa mucho. Diario de Burgos 24.7.07

Un bombero, no de acuerdo precisamente conmigo, me replica y, tanto por su interés como por respeto a opiniones diferentes a la mía, transcribo literalmente su respuesta. Dice así:

AL TAL MANZANO

Para empezar, quiero que se sepa que soy bombero y que escribo en respuesta al artículo que el susodicho nos brindó a todo el colectivo de bomberos el día 24 de julio pasado. Independientemente del acierto o no de la crítica, para ser colaborador de un medio de comunicación que hojean miles de personas, se necesita algo más de clase y estilo para exponer las cosas sin que parezca que se trata de resentimientos o viejas venganzas.
En cuanto al contenido, lo que este imberbe, inexperto e inculto ciudadano nos reprocha es que al parecer trabajamos poco. Y lo afirma con doble sentido: por un lado da a entender que las horas que nos corresponde trabajar a lo largo del año son pocas (las mismas que cualquier otro funcionario del Ayuntamiento); y por otro lado insinúa además que tales hroas las pasamos esperando a un fuego que Lugo no se produce.

A este respecto pienso que este inculto, imberbe, inexperto e ignorante (esto es de mi cosecha) ciudadano está bastante desinformado en cuando a nuestra actividad laboral, y ya puestos, le hago saber que precisamente apagar fuegos no es la actividad de mayor incidencia en nuestras intervenciones diarias. Aprovecho además la ocasión para que se pase por el Parque y se informe con números a través de las estadísticas de intervención y compruebe visualmente y en persona las prácticas que se realizan mientras esperamos a que haya un fuego que luego no se produce.

Pero tras la cortina de humo de la vagancia que proclama el ínclito, me da la impresión que quiere esconder el motivo principal de su encíclica y que deduzco por la reiteración del mismo en el texto: la persecución al alcalde en nuestras manifestaciones. Me parece lícito, faltaría más, su crítica en este sentido, pero puede hacerlo directamente, sin tapujos y no escondido en esa chatarra de texto y al amparo de unos resultados electorales que al parecer le han envalentonado.

Y termino. Se lee al final del texto que gracias a tí y a otros contribuyentes esta ciudad puede tener unos bomberos (entre otros servicios, supongo) y que no les queda más remedio que si no fuera así verdes las iban a segar. Esta expresión en sí denota el espíritu de su crítica y posiblemente de su carácter. Y yo le digo otra cosa: ojalá que el destino no quiera que necesite de nuestros servicios en alguna situación crítica, porque si se diera el caso, puede estar seguro que pondríamos todo nuestro conocimiento y esfuerzo en ayudarle de la mejor forma posible. Como siempre. David Martínez Burgos Diario de Burgos 2.8.07

martes, 23 de octubre de 2007

EL GUETO AVANZA

EL GUETO AVANZA

Las garras del gavilán se ciernen sobre los ciudadanos en forma de prohibiciones, limitaciones y restricciones, como si quisieran convertir la ciudad en una jaula a cuyos barrotes se aferren los ciudadanos ansiosos de respirar aires de libertad y tranquilidad.

Nos vamos enterando de cosas. En el Diario de Burgos del 9 de abril se publican datos interesantes sobre el avance de las restricciones a las actividades laborales y comerciales. Se dedican dos páginas al tema, y destaco lo siguiente.

Empezando. El funcionamiento de los denostados bolardos ha sido encargado a una empresa privada por un plazo de veinte años, a la constructora (en este caso destructora de libertades) ACS. Otra vez el clásico abuso de utilizar suelo público para actividades privadas, lo que traerá cola. Seguimos. Los hoteles que están dentro del gueto van a ver limitada y encarecida su actividad, quiéranlo o no, por el sistema. Seguimos. Los repartidores de mercancías están pensando, y no me extraña, en dejar de aprovisionar los comercios del gueto como sigan las cosas así. Precisan tiempo para descargar y libertad de circulación con sus carricoches, que para eso los tienen. Seguimos. Los comerciantes del gueto comienzan a oler las dificultades que ya tienen para desarrollar su actividad. Tarde despiertan de su letargo, aunque nunca es tarde si el despertar es bueno.

Y preocupante ha sido el dato de que un autobús con turistas, que estaba ya a la puerta de un hotel situado dentro del gueto fue obligado a retroceder por un guri, y arrojado a las tinieblas exteriores con el consiguiente cabreo del hostelero, del conductor y de los turistas, que tuvieron que acarrear sus maletas, bolsos, etc. a pie hasta el hotel. Vaya recibimiento.

Me pregunto si esta es la ciudad amable que decimos tener, si con este tipo de actuaciones, creando dificultades y cabreos a los ciudadanos, vamos a poder optar a no sé qué título al que aspiran unas cuantas ciudades, algo así como una capitalidad dentro de unos años. Me temo que los 50 turistas que tuvieron que acarrear sus equipajes hasta la puerta del hotel no van a ser muy partidarios de que se nos conceda nada, salvo el título de maestros en la grosería. De momento lo que ya está pasando no es más que un aviso de lo que va a ocurrir en el futuro. Aquí algo falla, amigos, y lo que mal empieza mal acaba. Diario de Burgos 30.4.07

lunes, 22 de octubre de 2007

EL GRAN ESPECULADOR

EL GRAN ESPECULADOR

En la primera década de 1.600 había en España un Rey, con un Valido, pájaro de mucho cuidado, que dominaba el cotarro, pues al Rey lo que le gustaba era cazar, y los asuntos sin importancia (o sea todos) los dejaba en manos de su Valido. Éste, consciente de su poderío, como quisiese hacerse muchirrico a costa de los demás, idea nada original por cierto, pensó en una estrategia que le reportase pingües beneficios, y al efecto comenzó a adquirir terrenos en los alrededores de Valladolid. Una vez comprados solares y huertas, convenció al Rey de la necesidad de trasladar la Corte de Madrid a Valladolid (seguramente le diría que allí había más caza) y el Rey decretó que la Corte pasase a Valladolid.

Y como había que seguir al Rey para seguir obteniendo los favores del Valido, pues todos los mentecatos a Valladolid, y hala, a comprar solares y huertas del Valido (o de sus testaferros), a edificar casas y conventos y a desembolsar unos buenos dineros (todavía no se habían inventado las hipotecas).

Aquello duró pocos años, los suficientes como para que el Valido se forrase. Y como la ambición no tiene límites, pues pensó en hacer lo mismo pero al revés. Y empezó a comprar en Madrid las huertas y solares que habían vendido los cortesanos para irse a Valladolid (a precio rebajado, claro está) y convenció al Rey de que había que devolver la Corte a Madrid (puede que otra vez con argumentos cinegéticos). El Rey decretó que la Corte otra vez a Madrid, y hala, los cortesanos a recomprar solares y huertas en Madrid, a edificar nuevas casas y conventos, con nuevos desembolsos y perdiendo todo lo invertido en Valladolid. Nuevo forramiento para el Valido, y nueva ruina para los cortesanos.

En pocos años el Valido superforrado, los cortesanos medio arruinados, las casas y terrenos de Valladolid abandonadas, y todos descontentos menos el Valido y el Rey, que no se enteró de nada y siguió cazando como si tal cosa.

Hoy esto no sería posible, pues todo está especulado, y desde luego en la GBM (Gran Barriada Mediterránea) no cabe ya ni la caseta del perro.

Aquel gran especulador, modelo a imitar por futuros y abundantes en nuestro país, era el Duque de Lerma. Y si alguien quiere saber por qué hay tantos conventos en Lerma, que se remonte a aquellos años y pregunte quién demonios y por qué hacía la pelota al Valido del Rey. Así se escribe la historia, bastante más sencilla de lo que nos han contado. Diario de Burgos 4.10.06

viernes, 19 de octubre de 2007

HIPOTECAOS, MALDITOS

HIPOTECAOS, MALDITOS

Obedeced. No se os va a presentar ocasión mejor en la vida para hipotecaros ni que tantos años dure. Todo está preparado para que no perdáis esta oportunidad. Tenéis sobre 30 años. Os casáis. O no. Depende. Quizá trabajéis los dos. Vais a tener un hijo y podéis pensar en otro. Queréis un hogar. Necesitáis un hogar. ¿Qué mejor ocasión que la actual?

¿Qué los pisos están por las nubes? No importa, pues con una pequeña entrega y una hipoteca adecuada podéis comprarlo. Puede que un adosado con 30 metros de jardín, puede que un piso de 70 metros con dos habitaciones, gas natural, plaza de garaje, en fin, todas las comodidades. Todo un lujo. Algo que será vuestro para siempre. Vuestro y de la Caja o del Banco hasta que lo paguéis, claro.

Pero ¿qué importa? Sois jóvenes. Una vida por delante. Un sueldo. O dos. Os coméis el mundo. En la Caja o Banco está todo estudiado y os esperan. Han calculado el sueldo, la edad, las necesidades, los hijos, el valor del piso o adosado. Da igual. Todo está estudiado (benditos ordenadores) hasta el último detalle para que, con una hipoteca barata, podías acceder a la propiedad libre, sin cargas, dentro de...¿30 años? ¿40 años?. ¿Será verdad tanta maravilla?

Os darán un crédito sobre un 30% de vuestros ingresos. Pero ¿os dan u os quitan? No es lo mismo. Porque dar, lo que se dice dar, nadie da nada. En cambio, a lo largo de esos 30 o 40 años sí os van a quitar una parte importante de vuestros ingresos, esos que ahora creéis no necesitar, pero que en poco tiempo os daréis cuenta de que habéis caído en la trampa mejor urdida de nuestra actual sociedad: la hipoteca, o su renovación. Porque los hijos crecerán, tendrán más necesidades, más gastos, colegios, enseñanza profesional, puede que universidad...Y vosotros seguiréis hipotecados. Y cada año igual... El Euribor subiendo... La cuota mensual también...

¿Quién se lleva el gato al agua? De entrada, el promotor vendedor, que cobra al contado. De salida, la Caja o Banco, que tiene unos ingresos seguros durante muchos años a costa vuestra, malditos ingenuos. Y vosotros, tan contentos con el piso, el adosado, creyendo haber hecho la mejor inversión de vuestra vida, cuyo pago, eso sí, os va a durar toda una vida. Hipotecaos, malditos, hipotecaos. Solamente tenéis una vida, pero vale la pena emplearla en enriquecer a otros, que os esperan con los brazos abiertos. Hasta os harán un regalo (un pirulí...una sartén...) El Sistema os espera...Os necesita... Hipotecaos, por favor. Diario de Burgos. 25.2.06

martes, 9 de octubre de 2007

HERNÁNDEZ Y FERNÁNDEZ

HERNÁNDEZ Y FERNÁNDEZ

Qué maravillosa pareja los detectives de Tintín. Vestidos igual, con su traje negro, su bombín, andando de la misma forma, repitiendo uno lo que dice el otro, recuerdan a los papagayos metidos en la política casera, que se limitan a repetir lo que dice la voz de su amo. Pero Hernández y Fernández son más listos de lo que creemos, pues parecen tontos cuando en realidad son unos sabuesos inteligentes que desentrañan toda clase de pistas, siguen delincuentes, dan con la solución de los delitos y no cacarean sus éxitos; no se molestan en hacerlo.

Y porque son discretos se distinguen de otros detectives. Investigan, preguntan, indagan, recogen pruebas, actúan, pero se callan. Mientras que los demás detectives del cuento se dedican a lo contrario, a hablar antes de tiempo, a dar comunicados a la prensa, a presentar ante los jueces gente detenida sin pruebas, basándose en meras sospechas y deducciones por intuición, utilizando una táctica ya muy vista aunque en sus épocas diese resultados, y que consiste en buscar al más débil en el entorno del delito, cogerle por si acaso ha sido él y presionarle esperando a ver si se derrumba con una confesión provocada, en cuyo caso ya le han pillado. Claro que si el presunto es el malo de verdad, no se derrumba y no hay pruebas, pues apaga y vámonos: ya no se le coge nunca. Y anda que cuando ese débil no es el malo y consiguen que aparezca ante la opinión pública como si lo fuese ya se puede dar por jodido, y además de por vida.

Hernández y Fernández son mucho más eficaces. Hablan entre ellos, pero solamente entre ellos. Son chistosos y graciosos, pero eficaces; son los que indagan de verdad, con sus lupas, sus atentas observaciones sobre las huellas del crimen, sus agudezas, y sus pruebas, que cuando las tienen de verdad las someten en silencio a la autoridad competente para que esta pueda evaluarlas, también en silencio, y resolver.

Pero Hernández y Fernández, por su categoría, por su brillantez, por hacer las cosas bien, han sido despedidos del cuento y se encuentran en paro, mientras que los otros, los fantasmas de la investigación, crecen, medran, ascienden y hacen cada vez más méritos sin merecerlos. Pero la vida es así, y siempre han prevalecido las fantasmadas sobre la seriedad. Es como una partida de póquer, en la que siempre ganan los fuleros. Y es que el silencio es oro. Diario de Burgos 26.6.07

LA CIEGUITA INTERESADA

LA CIEGUITA INTERESADA

Esto de tratar con los ciegos es un lío, entre otras razones porque no ven. En mi vida he tenido dos amigos ciegos, uno cuando hacía que estudiaba, y otro hace unos pocos años. Hablaré del segundo, porque el primero se murió antes que yo, cuando por probabilidades me tocaba a mí, Pero bueno, así es la vida.

Y el otro resulta que tiene una mujer, que es a quien me refiero, a la cieguita, que no lo es del todo, al contrario que su contrario, el amigo mío, que sí lo es.

La cieguita no está mal. Tiene un cuerpo menudo, agradable, es educada, no dice tacos (al revés que nosotros), es seria, responsable, amable, tiene cualidades que la convierten en una buena mujer, de esas que abundan más de lo que pensamos, pero a las que no se las nota porque son discretas.

¿Qué hace esta mujer al lado del cenutrio de su marido? ¿qué ha podido ver en él? Dinero seguro que no, pues tiene una pensión de las de ir tirando. Bienes inmuebles, como no sea el consabido pisito de cualquier español medio... Inteligencia tiene, pero tampoco como para echar las campanas al vuelo. Sus modales son normales, su voz poderosa, su oído finísimo.

¿Su valor? Lo tiene, como todos los ciegos, pues hay que tener valor para enfrentarse al mundo actual cuando no se ve. ¿Personalidad? Pudiera ser, pero también hay otros muchos varones que la tienen, y fuerte.

Con lo que llego a la jodida conclusión de que la cieguita es una interesada, que lo que la interesa de verdad de su amado y ciego marido es la cocina, o sea cómo cocina el pájaro, porque el tío, mientras élla trabaja y trae los garbanzos, cocina de maravilla. Sí, un ciego cocinando. Le he visto, le he visto manejarse entre fogones, pelar las patatas, preparar el arroz. Y recuerdo un maravilloso bacalao que un día nos llevó a un restaurante donde lo comimos unos pocos privilegiados honrados con su amistad. Aseguro que es de lo mejor que he comido en mi vida.

Queda todo claro. A la cieguita lo que la interesa de su marido es la cocina. Lo demás, aun siendo interesante, lo es menos. Lo que la importa es que todos los días cocina para élla, va al mercado, hace la compra, la prepara la comida y la tía, cuando sale del trabajo, a ponerse morada a costa del marido ciego. Con lo que el título la define. Es una cieguita interesada. La pasa lo que a mí, que si soy amigo del ciego es por algo. Diario de Burgos. 9.10.07

domingo, 7 de octubre de 2007

LA ESPADA DE DAMOCLES

LA ESPADA DE DAMOCLES

Damocles era un señor que tenía una espada y la colgaba de un hilo encima de otro señor que estaba debajo, sentado y atado para que no se moviese, y que pasaba el rato pensando en que la espada le podía caer encima atravesándole la cabeza si se rompía el hilo. La verdad es que hace falta tener paciencia para coger una espada, un hilo, un silla, un señor, unas cuerdas para atar al señor, poner todo debajo de la espada y esperar a ver si se rompe el hilo o no. No sé si existió Damocles, pero en vez de Damocles debieron llamarle Job, o también burgalés esperando que se desdoble la radial I. Eso sí que es paciencia, y no la del Damocles ese.

Y Damocles me recuerda al Sr. Díaz, don Rodrigo. Ése sí que tuvo paciencia, pues resulta que tenía dos espadas, la tizona y la colada, que le servían para dar mandobles en las batallas que se estilaban entonces. Una espada, pienso, la usaría para luchar contra los moros, y la otra para atizar a los cristianos, según quién le pagase mejor. Que le pagaba el rey moro de Zaragoza, pues a dar leña a los cristianos. Que le pagaba el rey cristiano, pues a darla a los moros. Todo era cuestión de pasta. Eso sí, siempre montado encima de su caballo (el Babieca), cuyo caballo debió beber de la fuente de la eterna juventud, pues parece ser que acompañó a Díaz hasta que murió, ya de viejo, en Valencia. Y es que Díaz, harto de trabajar por cuenta ajena, y encima sin seguridad social, decidió hacerse autónomo, para lo que emigró a Valencia y conquistó la ciudad, proclamándose señor de esa tierra, pero como eso fue al final de su vida, pues poco le duró.

Y al morir el amigo Díaz cogieron su cadáver (según dicen), lo montaron encima del Babieca, atado a una estaca para que no se ladease, y lo echaron de Valencia para que se fuese con los moros, sus antiguos amigos y luego enemigos. Para mí que la viuda no estaba por la labor de gastarse en un entierro los escasos cuartos que le había dejado. Y eso de que ganó batallas después de muerto me suena a cuento chino, porque los caballos tontos no son, y como no les domine el jinete echan a correr, se paran de repente y lo que llevan encima sale disparado como un cohete, por muy atado que esté, que tampoco lo puede estar. Así que menos lobos, Caperucita, menos batallitas y menos espaditas, no sea que nos pongamos a pensar y nos demos cuenta de la jugada.

Miguel Ángel Manzano Diario de Burgos 5.6.07

sábado, 6 de octubre de 2007

LAS COSTALERAS

LAS COSTALERAS

Días antes de la semana santa viene de Córdoba una noticia que es muestra de la Iberia profunda, pues tiene sus bemoles. A unas señoras, o señoritas, el hermano mayor de una cofradía las prohíbe formar parte de un grupo de costaleros. Argumenta que “hay posturas con un acercamiento físico muy próximo que, si se vieran fuera, podrían decir que son posturas soeces”. O sea, acercamiento físico muy próximo y posturas soeces. Bueno, pues a ver si el prohibidor ese se entera de que si está en este santo mundo fue porque en su día sus señores papá y mamá no solamente se tocaron sino que se acostaron juntos en postura de adecuada coyunda, teniendo así un hijito, que es el prohibidor. O sea, que debe la vida a algo sencillo y elemental de lo que no tiene por qué asustarse

A saber qué demonios puede tocar un señor a una señora, o la posible señora a un señor, que esté delante (o detrás) cuando ambos llevan las manos ocupadas sosteniendo las andas del pasito ese, o sea que tocar, lo que se dice tocar, como que más bien no tocan nada porque no pueden. Y si solamente se admiten machos debajo de los pasos, a ver cómo demonios acreditan los costaleros que son machos, porque muy bien puede colarse alguien que lo parezca y ponerse las botas con el tema, que varias horas ya dan de sí. ¿Pide el prohibidor certificado de machismo? ¿cómo se acredita el machismo, por el número de hijos habidos, por el número de mujeres conocidas? ¿quién certifica eso? ¿quién puede acreditar que es lo suficiente macho como para llevar las andas del paso? Que alguien responda. Y lo peor, pues el obispo se lava las manos (como Herodes, que era muy limpio), es la postura de la alcaldesa, partidaria de que se cree una cuadrilla solo de mujeres para llevar un paso en la procesión. O sea, que la tía ha entrado al trapo como boba. Última noticia: las readmiten, pero solo por este año, lo que quiere decir que sus compañeros se han plantado y no pasan por la discriminación

Lo que ahí se advierte es ese estúpido machismo de quienes dicen representan al cristianismo y adoptan posturas intolerantes y discriminatorias, dando a los demás una educación con la que no extraña salga gente agresiva y maltratadora, pues si padecemos esto en nuestra sociedad es gracias a esa educación fomentada por carcas que se creen poseedores de la verdad. Pobrecitos. Diario de Burgos 3.4.07

martes, 2 de octubre de 2007

QUIERO SER EDIL

QUIERO SER EDIL

Hay cosas de los ediles que no interesan. Por ejemplo, esas tediosas reuniones que duran la tira. No podría aguantarlo. En una ocasión, siendo joven, acompañé a un buen Alcalde a la Plaza Mayor y me comentaba que iba al Ayuntamiento a oír las bobadas que decían los concejales. Sería verdad, pues en aquellos tiempos no podían decir otras cosas. Y ahora que pueden, parece que el panorama no ha cambiado mucho.

También me echa para atrás el asalto de los ciudadanos al edil paseante para preguntarle ¿qué hay de lo mío? preguntita de la que nuestros políticos están hasta el gorro, y con razón, aunque hoy tienen telefonillos pagados por los ciudadanos. Pero hay cosas que sí interesan. Y entre ellas hay una que puede ser definitiva, que es la plaza de aparcamiento gratis en algún Agujerito del centro de la ciudad. Y es que antes (parece ser que desde siempre) tenían los ediles (y algunos más) una plaza de garaje en el Agujerito privado (privado quiere decir que solamente lo usaban ellos) del edificio de Avenida del Cid, 3, y sin costo alguno, salvo el de mantenimiento, que, como es habitual, corre de cuenta de nuestros bolsillos, como sus telefonillos.

Pero ahora rizan el rizo, y desde hace meses el consistorio (o sea éllos mismos) han contratado (para éllos mismos) 25 plazas de garaje (pagadas por nosotros, claro) en el Agujerito de la Plaza Mayor, y algunos dicen que si vuelven al de Santocildes molestan a los vecinos de la zona. Pues han tardado unos 40 años (los que tiene ese edificio) en darse cuenta de que molestan, aunque nunca es tarde si la dicha es buena. Y pregunto: si quedan 25 plazas libres en ese Agujerito, ¿podríamos usarlas los paganos? ¿o acaso las reservan para otras “necesidades” municipales?

Ésa es la razón definitiva por la que quiero ser edil, pues de esa forma podría entrar en el Agujerito de la Plaza Mayor con mi tarjeta gratuita, enseñarla a mis amigos para darles envidia, y salir cuando me apetezca, precise o no del coche. Nada de bicicletas, nada de andar (ni siquiera 300 metros), ejercicios anticuados y denostados ¿se habrán hecho ya mayores? Nada, lo mejor es el coche, directamente al Agujerito y así entrar en el Consistorio sin que nadie nos asalte por el camino ni nos pregunten que qué hay de lo suyo. A lo dicho. Quiero garaje gratis. Quiero ser edil. ¿Qué hay que hacer?

Diario de Burgos 22.5.07