martes, 27 de noviembre de 2007

GLOBOS SONDA

GLOBOS SONDA

Se trata de artilugios de los hombres del tiempo, que los lanzan al aire para averiguar cosas sobre la atmósfera, si va a llover, nevar, hacer calor, frío, viento, etc.

Pero también los utilizan los políticos, que de vez en cuando lanzan rumores o posibles noticias para conocer las reacciones del personal y así tomar decisiones con cierto fundamento. A eso también lo llamamos globos sonda.

En el Juntamento han aprendido a utilizar el globo sonda. Se colaron con lo del Agujerito en Gamonal y desde entonces utilizan el globo sonda para conocer las reacciones del personal. Los papelones, teles y radios, encantados de poder dar noticias de lo que sea, pues después de la espadita del Cid andamos algo escasos de noticiamen y esto viene al pelo para ocupar espacios. El personal entra al trapo y se descuelga dando opiniones, enviando cartas, contestando encuestas, lo que haga falta, pues lo de manifestarse está muy bien.

Tenemos como últimos ejemplos de globos sonda las informaciones sobre el pretendido puente sobre el Arlanzón a la altura de San Lesmes, lo del tranvía y, ya con coña, lo de cubrir el cauce del Vena en San Lesmes. Lo del puente sobre el Arlanzón parece que pasó a la historia; lo de San Lesmes parece que entra más en el concepto de histeria, sencillamente porque no se podría hacer nada, y nos queda lo del tranvía. Qué risa, quitar vías para poner vías. Me voy a chivar a Mortadelo. Pues no las quitéis, hombre, aprovechad las que hay poniendo encima unos cuantos vagones viejos de la Renfe esa tirados por un tractor, como el tren turístico que mola a los chavales y a los turistas. Eso sí, que vayan despacito, tocando campanillas de aviso y respetando los semáforos como todo hijo de vecino. La cantidad de dinero que ahorraríamos. Total, para ir de la vieja estación a Fuentes Blancas pues no hace falta mucho más, y saldría bien barato. Gastar el dineral que cuesta hacer un tranvía cuando tenemos sin solucionar lo de la depuradora, necesitamos más suelo industrial, la escalera bomberil, más puentes, no, hombre. Lo primero es lo primero, y lo del tranvía mejor dejarlo para la mente de quienes, suizos éllos, lo imaginan desde fuera tomando chocolate. Hay otras cosas en que pensar. Y ojo con los globos sonda, que pueden traer malas noticias de la estratosfera. Yo no jugaría con esos cacharritos. Diario de Burgos. 27.11.07

jueves, 15 de noviembre de 2007

TESOROS HÚMEDOS

TESOROS HÚMEDOS

De vez en cuando salen en la prensa esa noticias de descubrimientos de tesoros de navíos o galeones (no entiendo por qué les llaman pecios) que en su día se hundieron en el fondo del mar (donde están las llaves de matarile) con abultadas riquezas de todo tipo, de las que destacan el oro y la plata, o sea los metales que siempre han despertado la codicia hasta el punto de que los seres humanos se mataban unos a otros por su tenencia y disfrute.

Ha ocurrido hace poco con un galeón, parece ser que fue español en su día, de esos que andan perdidos en el fondo del agua esperando a que alguien baje, coja sus tesoros, los saque a la superficie y se los lleve. Debemos tener en nuestras costas pues como cientos de ellos. Y me pregunto, si están más o menos localizados, si se sabe que llevan ahí cientos de años, si se sabe que tienen unas riquezas interesantes, ¿a qué demonios esperan para poner en marcha los mecanismos de rescate del contenido de los barquitos de marras? ¿a que venga gente de otros países, se acerque a los barcos y consiga recuperar su contenido para luego reclamárselo?

Porque resulta que vienen unos yanquis (aquí sí que tengo que decirles que olé), con unos aparatejos sofisticados, encuentran uno de esos galeones, cogen el orito y la platita y se lo llevan. Pues muy bien. Y nuestras siempre avispadas autoridades ponen (a toro pasado) el grito en el cielo y empezamos a leer tonterías. Que si son de los españoles, que si esos barcos son piratas, que si hay que vigilarlos; en fin, las lamentaciones de turno que más bien son debidas a la puta envidia que a otra cosa. Porque si son nuestros y valen tanto, no sé qué demonios hacen nuestras autoridades y nuestros investigadores que no les sacan a la superficie. Porque tan difícil no debe ser cuando lo consiguen otros, aunque sean yanquis. El caso es que nada hacen ni hacerlo dejan. Vamos, como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer a su amo.

Hay otro tipo de tesoros húmedos más valiosos, no fáciles de conseguir y que proporcionan una satisfacción personal difícil de igualar. Además, no hace falta publicar su disfrute ni dar envidia a nadie como ocurre con esas riquezas metálicas plateadas o doradas. Pero como la codicia por el vil metal incluso lleva al ser humano a matar a otros, pues allá los codiciosos. No saben lo que se pierden. Diario de Burgos. 13.11.07

jueves, 8 de noviembre de 2007

SEÑORES CIUDADANOS

SEÑORES CIUDADANOS

Somos nosotros, los del poder, y os escribimos porque en tres ocasiones habéis cuestionado nuestras decisiones. Y las tres han coincidido con el intento de hacer tres aparcamientos subterráneos, tres Agujeritos. ¿Qué es eso de que no queréis Agujeritos cuando los necesitáis? ¿Osáis enmendar la plana a quienes estamos en el machito? Os equivocáis. Cierto que nos elegís para representaros. Pero, por favor, una vez que nos habéis elegido, dejadnos en paz. Y si nos equivocamos, lo que es posible (frecuente), volved a elegirnos, que la próxima vez lo haremos mejor.

Los tres temas se han solucionado. En el primero nos trajisteis unas firmas diciéndonos que no debíamos agujerear la zona prevista. Os hemos hecho caso, sin ruidos, sin broncas. En el segundo ha habido bronca. Habéis tirado las vallas del pobre contratista y os habéis enfrentado a vuestra policía. Pero, aunque teníais razón, y nos hemos echado atrás, habéis cuestionado el principio de autoridad. Mal hecho, porque nosotros, los elegidos, somos la autoridad, y vosotros a obedecer. Y pobres de aquellos a los que ha pillado su policía. Se van a enterar de lo que vale un peine. Pues buenos son los del Juzgado, al menos para estas cosas.

En el tercero hubo una bronca que se saldó con una condena a un portavoz. ¿Portavoz de qué? Ni hablar. Nosotros, los elegidos, somos los portavoces. ¿Para qué otros? Os habéis equivocado. Y si en las otras dos zonas se precisaban los aparcamientos, y en esta no, daos cuenta de que ya habíamos cedido mucho y alguien tenía que pagar el pato, y si ese alguien eran los que no necesitan el agujero, no importa, pues debe prevalecer el principio de autoridad, que nunca debe ser cuestionado. ¿Qué hubiese hecho el pobre contratista si se queda sin obra, sin poder vender luego las plazas? ¿qué hubiesen hecho los de los movimientos de tierras con sus camiones y sus excavadoras? ¿pasearlas por Burgos? No, hijos, algo teníamos que hacer. Y si ha sido ahí, donde no se necesita, es otra cuestión. Porque lo importante es crear actividad, que se muevan las máquinas, que se hagan los Agujeritos, y que luego se os permita estacionar en ellos pagando una módica cantidad que compense a quien ha “arriesgado” su capital en beneficio vuestro. Y no os pongáis hechos unas fieras, porque no tenéis razón. La razón la tenemos nosotros, los elegidos. Como siempre. Diario de Burgos 11.7.06

miércoles, 7 de noviembre de 2007

LA REBELIÓN DE LOS DELFINES

LA REBELIÓN DE LOS DELFINES

Me dicen que los delfines de la plaza de los delfines se han rebelado, y que por las noches se escapan y atacan a la gente. En vista de lo cual, y puesto al habla con mi espía preferido, hemos decidido vigilar esa plaza, no sea que se deriven males para el pobre ciudadano, que es quien nos importa.

Así que, emboscados en un piso de un mamotreto feygonil, y provistos de bocatas y paciencia, hemos estado en vela varias noches al acecho. Y hemos comprobado que, efectivamente, los delfines atacan. Pero no a cualquiera. Por ejemplo, según pasaba sobre las seis de la mañana un coche que iba haciendo eses, uno de los delfines ha pegado un salto desde la fuente y le ha dado tal trallazo en el parabrisas que el coche se ha parado de golpe, saliendo su conductor todo cabreado, echando unos juros de consideración y sin saber qué demonios pasaba.

A uno que iba a pie y pasaba por allí, cerca de las cinco de la señora madrugada, se le ocurrió echar la parva producto de sus excesivas libaciones, y otro de los delfines (creo que se reparten el trabajo), saltando de la fuente, se le ha echado encima y le ha pegado tal meneo con la cola en su borrachina cabeza que le ha dejado más atontado de lo que venía.

A un edil y un par de técnicos de los del juntamento ese, que estaban en la zona del kiosco de la Cuqui tomando medidas, se les han echado encima (y eso que era de día) tres delfines golpeándoles con la cola en la cabeza repetidas veces a la vez que les decían: “sosos, que sois unos sosos, que no se puede encarar un kiosco de cara al viento norte, que se va a helar la pobre Cuqui”, y no les han dejado en paz hasta que les han prometido que van a dar la vuelta al kiosco para que la Cuqui se resguarde del cierzo.

Y a unos guris que, con sus coches y reflectantes, ya de madrugada, se han parado en la zona para hacer controles de borrachería a los desaprensivos que salían de esos bares llenos de ruidos y farfolla, se les ha aparecido el pleno de delfines y, mientras unos les preparaban un caldo calentito, otros les traían mantas y otros les animaban a seguir en su empeño de proteger a los ciudadanos frente a esos desaprensivos llenos de alcohol y vacíos de sentido común.

Total, que visto lo visto, mi espía y yo nos retiramos comentando que nos había parecido muy bien la rebelión de los delfines. Diario de Burgos 20.2.07

viernes, 2 de noviembre de 2007

EL HUEVO DE COLÓN

EL HUEVO DE COLÓN

Colón fue un hombre de gran renombre, el nuevo mundo él descubrió, y además fue el primer hombre que puso un huevo de pie. Lo aprendimos de nuestros papis y lo enseñamos a nuestros hijos. Colón y su huevo (en singular).

Y sus tres carabelas, que un día zarparon de Palos, anduvieron por ahí unos mesecitos y regresaron, pero no al mismo puerto, sino a otro. Eso de que volvieron a la amada España no es correcto, pues Cristobalito, que de tonto no tenía un pelo, y a lo mejor era portugués, desembarcó en Lisboa, y allí estuvo una semanita. Y mientras su tripulación descansaba y se solazaba con las cortesanas lisboetas, pues él a negociar con el rey de Portugal lo que se podía negociar, que si riquezas, que si territorios, que si esclavos, lo que traía. Pero como el rey de Portugal no tenía ganas de enfrentarse al de Aragón por unas cuantas posesiones más o menos, pues no llegaron a un acuerdo y Cristobalito embarcó a su tripulación, ya aliviada, y se volvió a un puerto español, donde dijo que llegaba de hacer las Américas (lo que era cierto), y traía consigo ciertas riquezas y unos cuantos indios que fueron vendidos como esclavos indignos. Y alguna afición tenemos a eso de la esclavitud, pues nuestro país fue el último en abolirla, además de tener un prócer beatificado que fue un gran traficante de esclavos. Qué ganas, señor, de dar la tabarra en territorios ajenos y de traernos a sus habitantes como prueba de que hemos estado allí. Vaya época que les tocó vivir a esos aventureros de marras, que andaban por esos mundos de dios enviados por sus católicas (?) majestades para cristianizar el mundo a golpe de espadazos, y de paso trincar a sus bellas jovencitas y recoger como tributo para el rey cristiano (y para financiar sus viajecitos) cuantos presentes tuvieran a la vista de escaso valor: metales amarillos, grises, etc. Total, como los nativos no les apreciaban, pues para qué les querían, y mejor estaban en los arcones de los conquistadores, que para eso hacían los viajecitos, viajes que había que pagar, pues los marineritos cobraban, los armadores también, sus católicas majestades otro ídem, los curas que llevaban en los barquitos gratis no irían, digo yo, y así continuamente, y lo que quedase pues para Cristobalito. Lo que nadie entiende es cómo este hombre pudo morir (dicen) arruinado. Algo raro pasó con ese tema. Diario de Burgos. 30.10.07