EL LESBIANO Y LA MARIQUITA
Desde que el Ibarretxe empezó con lo de vascos y vascas y todo el mundo, para no hacerle de menos, empezó a imitarle, todo son referencias a chicos-chicas, señoras-señores, taxistas-taxistos, especuladores-especuladoras, soldados-soldadas, y así hasta el infinito.
Pues bien, se me ocurre que si a una persona del sexo femenino que tiene atracción por otra persona del mismo sexo la llamamos lesbiana, si esa persona, en vez del sexo femenino tuviera el masculino, tendríamos que llamarle lesbiano. Y si a una persona del sexo masculino que tiene atracción por otra persona del mismo sexo la llamamos (en plan coloquial) mariquita, a una persona del sexo femenino que tiene atracción por otra del masculino tendríamos que llamarla también mariquita, puesto que es del sexo femenino. Tendríamos así plenamente justificada la existencia del lesbiano y de la mariquita.
Ahora bien ¿qué podría ocurrir si se junta un lesbiano con una mariquita en jocosa coyunda (antiguamente débito conyugal), y al lesbiano se le ocurre espermatozear y a la mariquita se la ocurre ovular y tienen un bebé a los nueve meses o antes? ¿con qué nombre podríamos recibir en este cansado mundo al fruto de tal amor? Vaya lío, porque tanto si nace con colgajos como si nace con rajita no podremos saber, al ser tan preciosos y guapos los bebés-bebás y parecerse a sus papis-mamis, cuáles van a se sus atracciones sexuales en el futuro, ya que el futuro es impredecible en esas y otras cuestiones. Como tampoco será fácil poner un nombre adecuado a las criaturas. Por ejemplo, si nace una con colgajos, y por si acaso en el futuro le gustan los de su sexo, en vez de Santiago (es un decir) habría que llamarle Santiaga, y si nace con rajita, y por la misma razón, en vez de Adela tendríamos que llamarla Adelo. No pasaría nada, porque luego, cuando fuesen mayorcitos, podrían cambiar su nombre en función de sus apetencias. Otra cosa sería el pitorreo de sus congéneres durante la etapa escolar, pero también da igual porque como los infantes se pitorrean de todo, comenzando por sus papis y terminando con toda clase de pacientes educadores, si no se pitorrean por eso lo harían por otro motivo. El caso es pitorrearse, que en el fondo es lo divertido de la vida. Para tomarla en serio ya están los fundamentalistas, políticos y religiosos de todo tipo. Vaya tropel. Diario de Burgos. 22.4.08
Desde que el Ibarretxe empezó con lo de vascos y vascas y todo el mundo, para no hacerle de menos, empezó a imitarle, todo son referencias a chicos-chicas, señoras-señores, taxistas-taxistos, especuladores-especuladoras, soldados-soldadas, y así hasta el infinito.
Pues bien, se me ocurre que si a una persona del sexo femenino que tiene atracción por otra persona del mismo sexo la llamamos lesbiana, si esa persona, en vez del sexo femenino tuviera el masculino, tendríamos que llamarle lesbiano. Y si a una persona del sexo masculino que tiene atracción por otra persona del mismo sexo la llamamos (en plan coloquial) mariquita, a una persona del sexo femenino que tiene atracción por otra del masculino tendríamos que llamarla también mariquita, puesto que es del sexo femenino. Tendríamos así plenamente justificada la existencia del lesbiano y de la mariquita.
Ahora bien ¿qué podría ocurrir si se junta un lesbiano con una mariquita en jocosa coyunda (antiguamente débito conyugal), y al lesbiano se le ocurre espermatozear y a la mariquita se la ocurre ovular y tienen un bebé a los nueve meses o antes? ¿con qué nombre podríamos recibir en este cansado mundo al fruto de tal amor? Vaya lío, porque tanto si nace con colgajos como si nace con rajita no podremos saber, al ser tan preciosos y guapos los bebés-bebás y parecerse a sus papis-mamis, cuáles van a se sus atracciones sexuales en el futuro, ya que el futuro es impredecible en esas y otras cuestiones. Como tampoco será fácil poner un nombre adecuado a las criaturas. Por ejemplo, si nace una con colgajos, y por si acaso en el futuro le gustan los de su sexo, en vez de Santiago (es un decir) habría que llamarle Santiaga, y si nace con rajita, y por la misma razón, en vez de Adela tendríamos que llamarla Adelo. No pasaría nada, porque luego, cuando fuesen mayorcitos, podrían cambiar su nombre en función de sus apetencias. Otra cosa sería el pitorreo de sus congéneres durante la etapa escolar, pero también da igual porque como los infantes se pitorrean de todo, comenzando por sus papis y terminando con toda clase de pacientes educadores, si no se pitorrean por eso lo harían por otro motivo. El caso es pitorrearse, que en el fondo es lo divertido de la vida. Para tomarla en serio ya están los fundamentalistas, políticos y religiosos de todo tipo. Vaya tropel. Diario de Burgos. 22.4.08
14 comentarios:
Me ha gustado lo de espermatozear ovulando y a la inversa, Mónica ahora es Pedro, Juan ahora es Inés, su madre es asexuar y vive en chiquitistan, sus hijos lo tienen claro se puede ovular espermatozeando y si no te gusta tu grieta te la coses y a otra cosa mariposa. :)
Mafi.
¿Qué cojoñazo de tarde!
¡Tiene coños la cosa!
Este postre está coñudo.
Este tío es acoñante.
¿Por qué el coño siempre se refiere a cosas aburridas y los cojones a cosas estupendas?
Pues nada invito a cambiarlo desde ya.
La entrada de hoy, coñuda, eh?Señor Manzacosas.
Querido/a Manza(/o)cosa(o)s: has cometido un grave error en tu entrada(/o), profundamente sexista(/o): has puesto las palabras pitorreo y pitorrearse, lo que supone, de nuevo(/a) una fijación falocrática(/o) propia(/o) de una cultura sesgadamente machista(/o). ¡Viva(/o) la economía de la lengua(/o)! Un saludo(/a). Y menos CACHOndeo(/a)
Bueno, mientras haya cariño...
¡Ay, cómo me rio con tus entradas, Manza! Es estupendo para la salud, me mantienes joven y no sabes lo agradecida que estoy... Me ha encantado lo de los "colgajos" y las "rayitas". Aún me estoy riendo que ni veo lo que escribo... Besotes, M.
juas juas juas qué bueno amalia
Manza, creo que has filosofado mucho. Nazca lo que nazca será PERSONA y sus apetencias sexuales serán las que se resuelvan con esta ecuación x+y=?.
Porque sucede desde el principio de los tiempos, que de la mezcla de patucos rosas y azules sale un ser indefinido hasta que es mayor (algunos lo saben desde bien pequeñines y sufren por la incomprensión de los demás)
Pero en lo que sí te doy la razón es en la tontería de la paridad y de estropear nuestro riquísimo vocabulario con que todo tiene que ser de género femenino o masculino. Pues es lo que es, y los demás lo utilizamos de forma inteligente.
Hola, jóvenes-jóvenas. Vayamos por orden...
AMALIA. Vaya lío que me has armado. Pero eso de cerrar grietas, nada de nada. No soy partidario. Menuedo derroche...
PILAR. Mire Ud. por dónde, creo que es al revés, que lo divertido son las rajitas y lo aburrido los colgajos...
RAÚL. Pues tienes razón, y es que soy muy machista y por eso me pitorreo. Y aviso de que pienso seguir con el pitrorreo y el cachondeo... Pá cuatro días que vivimos...
PEDRO. Cariño? Sólo cariño? Más cosas. Solamente con cariño no vamos a ningún sitio. Necesitamos urgentemente, sobre todo en esta ciudad, el cachondeo. En serio
MERCHE. Muchas gracias por tus elogios inmerecidos.
BIPO. Pues claro, cada uno es cada uno, cada una es cada una, cada cual es cada cual y cada cuala es cada cuala. O no?
Si ya lo decia yo, lesbiano de toda la vida. Pero ellas no me hacian caso... buahhhh!!!!!
Pues yo también lo decía, pero como les hacía gracia, pues sí que me hacían caso. Cosas que pasan. Un saludo
o cachondea
Jospes ¡qué lío! y yo que cuando hablo con una persona ni me planteo si se llama Conchito o Dominga... como para pensar en sus colgajos o rajillas.... pues ¡ahí se acabaría la conversación! ¡qué descentre! eso hay que dejarlo para la intimidad de cada cual y que cada quien se decida por los atributos que más gustillo le den, o así.
PEDRO. O cachondea, pues claro...
LADYeso. ...por los que más gustillo le dén... Pues claro. El gustillo es el gustillo.
Un saludo
Hola Manzacosas, como te decía, paso a visitar tu blog que me ha gustado un montón, con lo que me tienes aquí apoltronada en primera fila desde ya.
Me das la escusa perfecta para que a mi nene con colgajito pueda comprarle esos vestiditos tan requetemonos que venden para niña. Aunque la familia no sé que va a decir...
Hola, EUPHORBIA (espero haberlo escrito bien) Gracias por tus elogios, pero oye, al nene no le compres nada; cuando se mayorcito que se lo compre él mismo, y además lo que quiera, y que cada uno sea lo que quiera ser. Luego volveré a tu blog. Un saludo
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