jueves, 3 de julio de 2008

EL AFICIONADO

EL AFICIONADO

Hola. Me ocurrió el miércoles 2. Entré en una taberna del gueto para pedir un agua fresquita, sobre las cinco de la tarde, y dentro había un cuadrilla de gente bastante mayor; eran cinco y ví que rodeaban a un personaje como de unos ochenta añitos, con un pañuelo al cuello y un buen purazo en la boca. Estaban todos tomando un café y una buena copa de coñac cuando de repente el del purazo, todo contento, se puso a cantar y los demás a corearle.

Por supuesto que aquello era horrible, y no solo por las pintas del personal, que parecían... bueno, no hago comparaciones, sino por los gestos, las actitudes, las cancioncitas, en fin, todo.

Bien, pues me salí por no aguantar aquello, dí un paseo por el gueto y volví a entrar. Como el dueño de la taberna me conoce y sabe de mi aversión a los ruidos y advirtió mi fuga, me comentó luego que se trataba de una cuadrilla que venía todos los años a los toros desde Logroño y que el personaje principal, a quien todos rendían pleitesía a voz en grito, era el dueño de una importante bodega de la Rioja, de esas que facturan millonadas y contratan arquitectos de los de campanillas para estropear a modo el paisaje, y que le había regalado una buena botella de tinto.

Llegué a la conclusión de que ese tipo de personajes personifican al aficionado a los toros que va de plaza en plaza siguiendo a sus toreros preferidos para ver si les coge el toro de una vez y así disfrutan todos, torero incluído. Y llegué también a la conclusión de que tenemos lo que nos merecemos. Es posible que el capo en cuestión haya trabajado toda su vida como un cabroncete y merezca un buen pasar y disfrutar en sus últimos años, es posible que sus corifeos anden detrás de alguna prebenda y que él lo sepa. Todo es posible. Como también es posible que griten y griten y griten en las tabernas y en la plaza.

Dicen los entendidos en la cosa esa de los toros que se trata de un arte y que hay que presenciarlo en silencio. Me parece que nuestra plaza no debe ser de buenos aficionados. Por cierto, que la corrida esa salió bastante chunga. Qué le vamos a hacer. Un saludo.

14 comentarios:

Fuentecillas dijo...

No puedo ver la foto de tu entrada, se me encoge el corazón.
Yo les ponía lo mismo a todos esos que le hacen esto a los toros, donde la espalda pierde su casto nombre.
O en otro sitio. Haber la gracia que les hace.
Que manera de hacer sufrir a los animales, no lo entiendo ni arte ni leches.
Son unos capullos.( y me contengo con el lenguaje escrito) No lo entiendo y no entenderé nunca.

Anónimo dijo...

Nuestra plaza es lamentable. Empresa y toreros lo saben... y así nos va

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Tenemos lo que nos merecemos: así vamos.

Merche Pallarés dijo...

Los toros los encuentro anacrónicos. Cuando he visto alguna corrida (más cuando llegué a Madrid en los sesenta como una guiri cualquiera) siempre estoy a favor del animal--del toro, quiero decir--me repugnaba como le dejaban medio muerto antes de empezar. Besotes, M.

Ramón_Lozano dijo...

Efectivamente, nuestra plaza no es de buenos seguidores. Hay que coger los ejemplos de Las Ventas o La Maestranza y ver las diferencias. En Burgos no se viene a disfrutar del arte del toreo sino a comer entre el 3º y 4º toro y a armar bulla. Pero los toreros lo saben y se permiten lujos que serían duramente castigados en las plazas serias, como por ejemplo tocar con la mano el lomo del toro en alguno de los pases.

No obstante hay que decir en favor de la afición burgalesa que debemos sufrir un cartel más que discreto y unos toros de chichinabo.

Anónimo dijo...

Hablando de corifeos y de toros, qué gran profesión la de capitalista profesional.

Francisco O. Campillo dijo...

No pega nada con el post... pero ahí va: mis mejores deseos para "Manza" y la compaña en estos días festivos.

Teresa dijo...

Lo peor es lo del séquito.
Encima que cantaba de pena le coreaban.
Está visto, si no naces con estrella o con dinero, eres del segundo grupo, de los cortesanos.

(Por cierto estuve en una peña y lo hacíamos todo al revés. Nos levantábamos cuando hacía algo de pena, y abucheábamos cuando el torero hacía buena faena... Lo que dices una afición de lo más entendida. -Sin generalizar-)

manzacosas dijo...

Aunque tarde, hola a todos y gracias por vuestros comentarios.

Amiga FUEN. Entiendo tu repugnancia y si vieras lo que hacen en Tordesillas....

BLOG80. También de acuerdo, pero verás que siguen con la misma farsa..,

Hola PEDRO, También de acuerdo

MERCHE. Los toros con como el circo romano. Se parecen como una gota de agua a otra.

RAMÓN. Totalmente de acuerdo. Y no solamente en la Maestranza hay un gran silencia, sino también en las plazas del sur de Francia. Es cuestión de educación.

UCRA. Esa profesión existe. Conozco a más de uno, y suelen tener corifeos a su alrededor, dada su vanidad.

CAMPI. Aunque no pegue, muchas gracias.

BIPO. La verdad es que los corifeos son un fenómeno que abunda más de lo que creemos.

Rapito que gracias a todos. Un saludo

PILAR dijo...

Hola Señor Manzacosas, aquí estoy de nuevo, poniéndome al día.
Pues sabe usté? Que creo que es de esas entradas que he disfrutado leyéndola. Me ha encantado. Porque lo de las bodegas éstas de nuestra ribera o de la rioja, simplemente, que están a ver qué arquitecto diseña algo más espectacular...
Sí, es cierto.
Me identifico.
Yo, lo del ruido, me estoy haciendo mayor (inevitablemente, claro) cada vez lo llevo peor. Y mira que he sido (y a veces lo soy) ruidosa, gamberra y gritona en muchas ocasiones...
Pero es que ahora, como la acústica del lugar, que mira que es horrible en general, sea mala, pues que hasta me mareo, que no puedo seguir las conversaciones.
En fin.
Lo de los toros, pues que sí, que a mí me gustan, no voy normalmente por varias razones, entre otras porque son caros de cojones, porque cada vez son peores y porque no soporto a los gritones que se dedican a insultar y lo siento por la bipo (no sbía que había sido de una peña) no puedo con las peñas. Los toros en silencio, divinos. Es como el tenis, aunque cada vez se silencia menos también, pero creo que es de los deportes en que se respeta el silencio.
Y, perdone usté, que me he enrollado como las persianas.
Un abrazo, y hasta otra.

manzacosas dijo...

Hombre, algo sí que se enrolla la Sra. PILAR, sí, pero por ahora es soportable y simpático. Los toros hubo una época en que me gustaron pero cuando profundicé algo en ese mundo, ví que estaba lleno de mentirosos y chapuceros, con lo que dejé de ir. Creo que sería un buen espectáculo si no hubiera sufrimiento del animal en público, que es lo que degrada la llamada fiesta, o sea sin puyazos, banderillas ni estocadas, El hombre y la bestia, sin más.

Ruidos? Poco advierto de que se vayan suprimeiendo. Debiera empezar el gremio de hostelería. Ya hay sitios en que está prohibido poner ruidsos en los restaurantes. Y si hay ruidos en los toros, mejor no ir. Y para qué hablar de las barracas. Es abrerrante. Un saludo. Manzacosas

Teresa dijo...

Quiero aclarar que los toros no me gustan por lo que ha dicho el Manza, que hay que ver lo extendido que es para unas y lo cortito que es para otras. En fin.
Pero señá Pilar, ya sabe usté que yo tenía un padre particular que nos compraba las entradas. Entonces nosotros, hijos parece ser que de él, aguantábamos un poquillo arriba y luego bajábamos a la zona interior de abajo, dónde estaba toda la juerga padre.
En este cochino mundo cada uno se lo monta como puede.
También fui a un colegio de monjas, que es una peña menos divertida.

manzacosas dijo...

Ay, pero qué cosas dice mi BIPO. A casi todo el muindo le gusta la diversión y el bullicio, y si es con el pretexto de los toros no pasa nada. Lo que sí quiero matizar es que me gusta el espectáculo taurino, pero sin hacer daño al toro, o sea el hombre y la bestia, mano a mano, y a ver qué pasa, o pasaría...Eso iría a verlo encantado. Un saludito

Mr. Seco dijo...

Los toros son una de esas cosas por las que me avergüenzo de que en mi pasaporte ponga Reino de España.