martes, 9 de octubre de 2007

LA CIEGUITA INTERESADA

LA CIEGUITA INTERESADA

Esto de tratar con los ciegos es un lío, entre otras razones porque no ven. En mi vida he tenido dos amigos ciegos, uno cuando hacía que estudiaba, y otro hace unos pocos años. Hablaré del segundo, porque el primero se murió antes que yo, cuando por probabilidades me tocaba a mí, Pero bueno, así es la vida.

Y el otro resulta que tiene una mujer, que es a quien me refiero, a la cieguita, que no lo es del todo, al contrario que su contrario, el amigo mío, que sí lo es.

La cieguita no está mal. Tiene un cuerpo menudo, agradable, es educada, no dice tacos (al revés que nosotros), es seria, responsable, amable, tiene cualidades que la convierten en una buena mujer, de esas que abundan más de lo que pensamos, pero a las que no se las nota porque son discretas.

¿Qué hace esta mujer al lado del cenutrio de su marido? ¿qué ha podido ver en él? Dinero seguro que no, pues tiene una pensión de las de ir tirando. Bienes inmuebles, como no sea el consabido pisito de cualquier español medio... Inteligencia tiene, pero tampoco como para echar las campanas al vuelo. Sus modales son normales, su voz poderosa, su oído finísimo.

¿Su valor? Lo tiene, como todos los ciegos, pues hay que tener valor para enfrentarse al mundo actual cuando no se ve. ¿Personalidad? Pudiera ser, pero también hay otros muchos varones que la tienen, y fuerte.

Con lo que llego a la jodida conclusión de que la cieguita es una interesada, que lo que la interesa de verdad de su amado y ciego marido es la cocina, o sea cómo cocina el pájaro, porque el tío, mientras élla trabaja y trae los garbanzos, cocina de maravilla. Sí, un ciego cocinando. Le he visto, le he visto manejarse entre fogones, pelar las patatas, preparar el arroz. Y recuerdo un maravilloso bacalao que un día nos llevó a un restaurante donde lo comimos unos pocos privilegiados honrados con su amistad. Aseguro que es de lo mejor que he comido en mi vida.

Queda todo claro. A la cieguita lo que la interesa de su marido es la cocina. Lo demás, aun siendo interesante, lo es menos. Lo que la importa es que todos los días cocina para élla, va al mercado, hace la compra, la prepara la comida y la tía, cuando sale del trabajo, a ponerse morada a costa del marido ciego. Con lo que el título la define. Es una cieguita interesada. La pasa lo que a mí, que si soy amigo del ciego es por algo. Diario de Burgos. 9.10.07

6 comentarios:

Philadelphia dijo...

Ahí sólo se ven botellas de vino, por lo que deduzco que a parte de comer os poneis ciegos a vino, ejem...

Anónimo dijo...

Doy fe de su mano para la cocina y para el vino.

Anónimo dijo...

El Ucraniano compartiendo mesa (mantel ya veo que no) con el último vilipendiador de su hermano y compañeros de fatigas. Ya le aleccionaré para que en la próxima ocasión que se vean le proporcione algunos datos y no le salga una columna tan incendiaria y desinformada.

manzacosas dijo...

manzacosas saluda a Sergei Belov. Y manzacosas opina que no ha pecado, ni siquiera por falta de información. Cree que esto es una cuestión de interpretación, y se muestra dispuesto a charlar sobre ese tema y otros cuantas veces sea necesario. Todo se andará, y desde luego se guarda la buena fe de todos.

PILAR dijo...

He buscado esta entrada que me dijiste cuando hice yo la de "tiflohomero", me ha gustado tu descripción, me ha encantado. Sabes? a mi me llega lo que otros escriben cuando según leo automáticamente en mi mente estoy en la escena que el escribe redacta, pues bien me he metido de lleno en la cocina con el marido cieguito.
Y sólo puedo decir, ¡Qué suerte tienes con esos amigos!
Por cierto, a la mesa le falta muuuucho glamour.

manzacosas dijo...

Hola, Pilar. Gracias por lo de la suerte, y te aseguro que se trata de gente estupenda. Y este cieguito, para más inri, juega al mus como los ángeles. A vers si llega el buen tiempo y puedo volver a ese merendero maravilloso que tiene. Además, hace vino, y no le sale mal, aunque es mejorable. Gracias por tu interés. Un saludo