domingo, 27 de enero de 2008

EL BUITRE

EL BUITRE

Km. 467 de la carretera Sagunto-Burgos, en dirección a Burgos, cerca ya de Cubillo del Campo. Hora 13,35. Volvía esta mañana de recrearme con el maravilloso paisaje de la Sierra de la Demanda, más allá de Barbadillo de Herreros, y más arriba de Casa la Sierra, con un sol estupendo y buena temperatura. Iba detrás de un Seat Altea gris oscuro cuando al coronar un ligero cambio de rasante, y en recta, advierto que enciende sus intermitentes de emergencia. Hago lo propio. Se para, me paro, compruebo que no hay peligro por detrás pues la distancia es suficiente y veo que más allá hay un vehículo verde que en principio pensé era de la guardia civil. Los coches que vienen de frente también aminoran la velocidad y cuando pasan el Seat avanza, avanzo también y advierto que en el arcén derecho hay un señor parado y en medio de la carretera un hermoso ejemplar de buitre leonado, muerto (no se trataba de ningún financiero), a cuya altura me paro para observarle bien. El señor, que llevaba una especie de uniforme, estaba con cara compungida, y cuando avanzo un poco más veo que el vehículo verde era de una funeraria.

¿Qué demonios podría hacer un buitre en la carretera, a ras del suelo, que se deja atropellar por un vehículo de una funeraria? No lo entiendo, y llevo todo el día dándole vueltas al tema en la cabeza, porque un buitre vuela alto, nunca bajo, y si baja es a comer y allí no había nada para él. Cabe la posibilidad de que hubiese llegado su hora y se viniese abajo justo en el momento en que pasaba un coche por allí. El conductor del coche fúnebre se quedó allí, posiblemente esperando a la guardia civil para que levantase atestado y pudiese el dueño del coche o su compañía de seguros reclamar al Estado al ser el buitre especie protegida. Y luego pensé también dos cosas, una que el ocupante del vehículo de la funeraria no podía tener ninguna prisa, y otra que cuando llegase la guardia civil, además de levantar el atestado, pondría una hermosa multa al conductor del coche fúnebre por no llevar el chaleco reflectante. Se admiten apuestas. Siento ser un poco fúnebre, pero la vida es así, y jamás había visto algo parecido. Y pongo la única imagen que tengo de un buitre, que reservaba para un comentario. Un saludo

12 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

si los buitres comienzan a hacer lo mismo que las ballenas que se varan en las playas...

Rubén10 dijo...

Perturbadora estampa la que describes Manzacosas. Tienes razón, da que pensar.
Un saludo.

Francisco O. Campillo dijo...

Por esa carretera se pueden contemplar paisaje fascinates. Sobre el resto, no puedo opinar, tan sólo decir que siempre me ha impresionado la imagen majestuosa de los buitres planeando sin prisa. A su paso por el Monasterio de San pedro del Arlanza, por ejemplo.

Anónimo dijo...

¿A los buitres no les gustaba la carroña? ¡Qué mejor que el olor a muertos de un vehículo fúnebre!

manzacosas dijo...

Pues hombre. Un poco sarcástico el comentario, pero admisible. Lo curioso de ese tema, y se me quedó grabado, es la cara que había puesto el conductor del coche fúnebre. Un saludo. Manzacosas

manzacosas dijo...

Recuerdo que hace años estba de puesto en Arlanza y una treintena de buitres leonados volaba en círculo sobre mí, a bastante altura. Poco a poco fueron descendiendo y llegaron a estar a unos 30 metros de altura. Debo confesar que me impresionaron mucho. Pensándolo luego, concluí que simplemente estaban observándome. Un saludo

manzacosas dijo...

Es que me dió que pensar. Estuve toda la tarde dándole vueltas al tema. Jamás había visto, ni veré, nada parecido. Un saludo

manzacosas dijo...

Hola. No creo que sea el caso. Las ballenas mueren en las playas asustadas o despistadas por los ruidos extraños producidos por las sondas de los pescadores (al menos así lo tengo entendido) pero el caso de este buitre no puede ser más que o era viejo y le tocó su hora o había algo para comer cerca de allí y estaba remontando el vuelo en ese momento. En todo caso, impresionante. Un saludo

Caelio dijo...

Pues yo también tuve una experiencia parecida. Varios buitres sobrevolaron sobre nosotros descendiendo lentamente. Fue una ascensión con niños a Carazo. Estuvieron buen rato encima nuestro.

El bocadillo lo comimos enrefugiados en uno de los cubos medievales que hay en la cima.

Acojona un poco, sí, pero sigo mostrando mi admiración hacia un animal que realiza el trabajo de basurero en nuestros ecosistemas.

saludos

manzacosas dijo...

Lo que se me olvidó decir era que ese zumbido especial que producen los animales la batir el aire es inolvidable. Un experiencia única. Es precioso. Un saludo

Anónimo dijo...

Una estampa curiosa , casi surrealista. Quizá la funeraria estaba celosa de alguien que le quita el trabajo????

manzacosas dijo...

Hola, blogochentaburgos. No puede ser envidia de la funeraria hacia los buitres, porque las funerarias entierran o queman a los muertitos, mientras que los buitres se los comen. Además, no solemos dejar los cadáveres de nuestros queridos familiares en el campo, precisamente para que no se los coman los buitres. a los pobres bichos les han jodido con eso de las vacas locas, a las que ahora entierran o queman, y les han dejado sin comida. Habrán adelgazado. Un saludo. Manzacosas