martes, 15 de enero de 2008

MORATDELO Y FILEMÓN

MORTADELO Y FILEMÓN

Agencia de información. La T.I.A. Esos sí que son espías, y no los calamitosos espías yanquis, que venga a avisar a su jefe supremo de lo que pasaba en Irak, de que no había de esas armas, y él, como si nada, pues como Irak había empezado a vender petróleo y cobrarlo en euros, se había convertido en enemigo del dólar y, por tanto, de toda la humanidad entera, así que a enviarle marines.

Y es que acaba de salir el álbum del 50 aniversario de mi amigo Mortadelo y su compañero Filemón, y desde luego el acontecimiento merece un buen recordatorio. Qué ratos más buenos hemos pasado con éllos, de pequeños y de mayores. Acabo de leer ese álbum y créanme, vale la pena.

Salvando a Mortadelo y Filemón quedan pocos espías buenos. Los buenos tienen que ser de secretarios de estado para arriba, o generales, o directores generales de algo que valga la pena (para informar de las obras de la presa de Castrovido o de las andanzas del alcalde, no sé, algo que de verdad importe). Porque el que unos ediles vayan a no sé qué ciudad francesa a espiar cómo funciona un tranvía es que ni merece comentario alguno.

Tengo mis espías por los barrios de la ciudadela, y funcionan de maravilla, y además (lo he dicho alguna vez) no les pago, pues esos son los buenos espías, los que no cobran, los que facilitan la información en serio, de verdad, los que revelan los alucinantes secretos de las ermitas perdidas, de las obras prometidas y no realizadas, de las promesas electorales (a cientos) sin cumplir, de los bolardos que alejan a los turistas de Burgos. Esas son las cosas que importan a los ciudadanos. Un buen espía fue Paco, el de la Bomba, que reveló a los yanquis el paradero de la bombita que se les había caído de un avioncete y andaba perdida por esos mares de Palomares. Y encima no le pagaron. Eso sí que era un espía. Como los gasolineros, que no se sabe todavía (pero ya se sabrá) si esa norma de los 900 metros iba a favor o en contra de sus intereses y si va a ser o no objeto de negociación a alto y supremo nivel. Tengo un espía entre los gasolineros y ya me informará, que todo llega. Y encima, sin soltar un duro. En fin, que no somos nada. Y es que no hay nadie como Mortadelo y Filemón. Por cierto, me han chivado mis espías que Mortadelo anda suelto por Burgos disfrazado de fotógrafo jubilado, así que un saludo, amigo Mortadelo. Diario de Burgos. 15.1.08

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien traido. Mientras estaba leyendo, esbozando una sonrisa, me decía: No se podrá resistir y acabará diciendolo. Y no me has decepcionado. Por cierto, uno de tus espías, que no te es nada fiel, y que no es ningún ángel, un poco picaflor, aunque eso sí con mucha facha, me reveló que sí, que vió a tu amigo Mortadelo en Burgos, per que iba con muy mala leche, por la plaza esa de Viaplana, con un ladrillo clinquer en cada mano, diciendo: !Zapatones mamón! Zapatones cab..!. Y digo yo, no sé, pienso que se referirá a ZP, por que a Fraga no. ¿No?. Va ser que no.

manzacosas dijo...

Hola, Anónimo. No es costumbre de la casa publicar comentarios de personal que no se identifica de forma adecuada, pero en este caso hago una exzcepción. Pues sí, lo de Zapatones mamón, etc. va por mí. El bueno de Zapatero se ocupa de otras cosas, y ahora que a Gallardón de dan por el culete lo va a tener más fácil. Si es que además de fachas son tontos, que lo dice Mortadelo.