EL REINCIDENTE
Hola. Reincido en volver a veros, a saludaros, a desearos lo mejor después del año transcurrido. Un año más. Y un año más en las circunstancias nuestras es de agradecer. Pero agradecer ¿a quién? Aquí cada uno tendrá sus preferencias. Pero no quiero ponerme serio, que sabéis que no me va. Tampoco me va el cachondeo absoluto, pero me gusta más el sentido del humor que la trascendencia con que en ocasiones nos vemos a nosotros mismos. Al fin y al cabo, un cáncer es un cáncer, celulitas que se comen unas a otras y que pueden dar al traste con ese jodido cuerpo humano en el que estamos o con el que estamos, que nunca se sabe.
Poco he ido por la Asociación en este año. ¿Falta de tiempo? ¿pereza? Todo puede ser y no ser a la vez. Pero sí sé que en la Asociación estáis todos bien, y que funciona como un reloj gracias a los esfuerzos de los colaboradores cuyos nombres conocéis y que no cito para que la vanidad no se les suba a la cabeza.
Ha habido más altas, hay gente nueva, incluso he visto a una señorita o señora dando clases del bien hablar, y a ver si aprendéis a no hablar mal, sobre todo algunos, que se oye cada taco que vamos.... Hace falta tener paciencia para enseñarnos a nosotros, porque además de que nos cuesta hablar somos algo burrillos. Sí es cierto que poco a poco avanzamos en nuestra verborrea, y dicen quienes nos rodean que cada vez hablamos mejor. Qué diferencia con aquellos primeros pasos, con aquel primer “pepe” que tanto costó pronunciar. Con qué concentración hacíamos los ejercicios de respiración para conseguir aprovechar el aire del esófago y articular primero sílabas, luego palabras, y con algo de optimismo hasta frases seguidas. De ahí que anime a los principiantes a que no pierdan la paciencia, que con tiempo y esfuerzo se consigue. De verdad que con un poco de buena voluntad hasta se nos entiende. Quién lo iba a decir.
Decía que soy reincidente. Pues sí, lo soy por partida doble, porque en este año, en abril, se me detectó un regreso a mi cuerpo serrano de esas jodidas celulitas hambrunas de otras celulitas y tuve que someterme a tratamiento de quimio. En la ocasión anterior, y va a hacer cinco años, fue la radio, y lo pasé mal, pero esto de la quimio no es que sea jodido, es que es superjodido, porque te deja planchado. No lo sabía, y mira por dónde ya lo he aprendido, con lo que entiendo a los sufridores de la quimio. Total, que he aprendido a tener más paciencia, a seguir confiando en los médicos y enfermeras y en mí mismo, que también es importante, pues si no tuviésemos esas ganas de superar el tema no saldríamos adelante. Tengámoslo claro.
También es cierto que no soy el único reincidente entre nosotros. Hay más, y a éllos dedico con especial cariño estas líneas, para que sepan, y sepamos todos, que no estamos solos, que nos hacemos compañía unos a otros, que nos ayudamos con los ánimos que nos infundimos mutuamente. O sea que, principiantes y reincidentes, adelante con los faroles, que todo es posible si nos lo proponemos. No olvidemos que la Asociación está para eso, para que podamos vernos, saludarnos, cambiar impresiones... En el fondo estamos utilizando, sin saberlo, técnicas de terapia de grupo.
Y no me gusta la seriedad. Lo digo en serio. Esa seriedad trascendente que a nada conduce y que puede hasta ser perjudicial. Os pongo un ejemplo. En la Asociación de León se empeñan ahora en recoger firmas para enviar al gobierno y que por éste se exija a las tabaqueras que den a conocer la composición de los cigarrillos. Vano empeño. Esto es como si dijésemos al fabricante de Coca Cola que publique su fórmula. ¿Cómo un fabricante tolerado por los Estados va a publicar la composición de su producto? Eso no sirve para nada, salvo para quemar a la gente en esfuerzos inútiles. ¿Veis por qué no hay que ponerse serios? Otra cosa sería si esa recogida de firmas lo fuese para que el gobierno dictase de una puñetera vez la norma por la que se prohíba fumar en espacios públicos cerrados, sin excepción alguna. Eso sí valdría la pena.
Tampoco es que con eso me haya vuelto serio, que no lo pretendo. Simplemente quiero decir que debemos dosificar nuestros esfuerzos en algo que realmente se pueda conseguir, no en empeños inútiles. Y siento criticar al Presi de los leoneses, pero también creo que debo decir lo que pienso. Y precisamente dosificando nuestros esfuerzos es como conseguiremos algo, poquito a poco, que es como debemos avanzar en nuestro aprendizaje y en nuestra inserción en esa jodida sociedad que poco tiene de generosa, como dice su propaganda. Bueno, pues un saludo a todos con el afecto de siempre de este reincidente. Facultad de Medicina.
Hola. Reincido en volver a veros, a saludaros, a desearos lo mejor después del año transcurrido. Un año más. Y un año más en las circunstancias nuestras es de agradecer. Pero agradecer ¿a quién? Aquí cada uno tendrá sus preferencias. Pero no quiero ponerme serio, que sabéis que no me va. Tampoco me va el cachondeo absoluto, pero me gusta más el sentido del humor que la trascendencia con que en ocasiones nos vemos a nosotros mismos. Al fin y al cabo, un cáncer es un cáncer, celulitas que se comen unas a otras y que pueden dar al traste con ese jodido cuerpo humano en el que estamos o con el que estamos, que nunca se sabe.
Poco he ido por la Asociación en este año. ¿Falta de tiempo? ¿pereza? Todo puede ser y no ser a la vez. Pero sí sé que en la Asociación estáis todos bien, y que funciona como un reloj gracias a los esfuerzos de los colaboradores cuyos nombres conocéis y que no cito para que la vanidad no se les suba a la cabeza.
Ha habido más altas, hay gente nueva, incluso he visto a una señorita o señora dando clases del bien hablar, y a ver si aprendéis a no hablar mal, sobre todo algunos, que se oye cada taco que vamos.... Hace falta tener paciencia para enseñarnos a nosotros, porque además de que nos cuesta hablar somos algo burrillos. Sí es cierto que poco a poco avanzamos en nuestra verborrea, y dicen quienes nos rodean que cada vez hablamos mejor. Qué diferencia con aquellos primeros pasos, con aquel primer “pepe” que tanto costó pronunciar. Con qué concentración hacíamos los ejercicios de respiración para conseguir aprovechar el aire del esófago y articular primero sílabas, luego palabras, y con algo de optimismo hasta frases seguidas. De ahí que anime a los principiantes a que no pierdan la paciencia, que con tiempo y esfuerzo se consigue. De verdad que con un poco de buena voluntad hasta se nos entiende. Quién lo iba a decir.
Decía que soy reincidente. Pues sí, lo soy por partida doble, porque en este año, en abril, se me detectó un regreso a mi cuerpo serrano de esas jodidas celulitas hambrunas de otras celulitas y tuve que someterme a tratamiento de quimio. En la ocasión anterior, y va a hacer cinco años, fue la radio, y lo pasé mal, pero esto de la quimio no es que sea jodido, es que es superjodido, porque te deja planchado. No lo sabía, y mira por dónde ya lo he aprendido, con lo que entiendo a los sufridores de la quimio. Total, que he aprendido a tener más paciencia, a seguir confiando en los médicos y enfermeras y en mí mismo, que también es importante, pues si no tuviésemos esas ganas de superar el tema no saldríamos adelante. Tengámoslo claro.
También es cierto que no soy el único reincidente entre nosotros. Hay más, y a éllos dedico con especial cariño estas líneas, para que sepan, y sepamos todos, que no estamos solos, que nos hacemos compañía unos a otros, que nos ayudamos con los ánimos que nos infundimos mutuamente. O sea que, principiantes y reincidentes, adelante con los faroles, que todo es posible si nos lo proponemos. No olvidemos que la Asociación está para eso, para que podamos vernos, saludarnos, cambiar impresiones... En el fondo estamos utilizando, sin saberlo, técnicas de terapia de grupo.
Y no me gusta la seriedad. Lo digo en serio. Esa seriedad trascendente que a nada conduce y que puede hasta ser perjudicial. Os pongo un ejemplo. En la Asociación de León se empeñan ahora en recoger firmas para enviar al gobierno y que por éste se exija a las tabaqueras que den a conocer la composición de los cigarrillos. Vano empeño. Esto es como si dijésemos al fabricante de Coca Cola que publique su fórmula. ¿Cómo un fabricante tolerado por los Estados va a publicar la composición de su producto? Eso no sirve para nada, salvo para quemar a la gente en esfuerzos inútiles. ¿Veis por qué no hay que ponerse serios? Otra cosa sería si esa recogida de firmas lo fuese para que el gobierno dictase de una puñetera vez la norma por la que se prohíba fumar en espacios públicos cerrados, sin excepción alguna. Eso sí valdría la pena.
Tampoco es que con eso me haya vuelto serio, que no lo pretendo. Simplemente quiero decir que debemos dosificar nuestros esfuerzos en algo que realmente se pueda conseguir, no en empeños inútiles. Y siento criticar al Presi de los leoneses, pero también creo que debo decir lo que pienso. Y precisamente dosificando nuestros esfuerzos es como conseguiremos algo, poquito a poco, que es como debemos avanzar en nuestro aprendizaje y en nuestra inserción en esa jodida sociedad que poco tiene de generosa, como dice su propaganda. Bueno, pues un saludo a todos con el afecto de siempre de este reincidente. Facultad de Medicina.